jueves, mayo 14, 2009

Dearest.

Sofia despertó, miró a su alrededor y se encontró con un mundo nuevo. Tomó la vida y la agitó muy fuertemente,-" te haré cambiar, aunque sea por las malas"- le dijo muy decidida.
Abrazó los abrazos olvidados, y besó los labios de la Felicidad. Caminó entre seres especiales, y los amó. Gritó hasta cansar su voz de niña y suplicó a los cielos que esta sensación de calma y tormenta no acabase nunca.


Recorrió a tientas las calles oscuras del destino y asustó a los ángeles caídos que la perseguían.
Cogió de la mano a la Melancolía y le dijo con voz suave,-" tu ya no necesitas estar aquí, ya no perteneces a este lugar"-. La llevó al puerto y la embarcó en un botecito rumbo a lo desconocido. Se sintió feliz y segura, pues al ver el pequeño bote alejarse advirtió que su querida Melancolía no emprendía su viaje sola. En la embarcación también estaba La angustia, sentada mirando hacia el horizonte, y la Tristeza, como siempre tan callada y tan serena.
Decidió sentarse bajo un árbol a reflexionar, tomar un poco de aire y asumir que todo mejoraba frente a sus ojos. Sintió que alguien le hablaba, la llamaba dulce y tiernamente. Se puso de pie, y comenzó a buscar aquella suave voz que musitaba su nombre.
Tras unos árboles y cubierto de polvo, encontró al Amor. Lo levantó, y le preguntó,-"¿Qué haces aquí?...¡Creí que nunca te encontraría!"-.
El Amor la miró y la besó, la abrazó largamente y la llevó junto al mar. Ahí, sola y triste, construyendo castillos de arena que luego el mar se llevaba como el viento se lleva consigo las hojas en otoño, se encontraba la Paz. Sofía la reconoció por su particular colorido y porque siempre se encontraba acompañada de una pequeña bastante curiosa, la Libertad.
La miró desde lejos durante un rato y decidió acercarse.
-"¿Qué haces aquí? Tan relajada y serena, ¿Es qué acaso no sabes que hay quienes te buscan desesperadamente?"-.
La Paz la miró y sonrió, se levantó, se quitó los zapatos y comenzó a caminar lentamente por la orilla de la playa, seduciendo dulcemente a las pequeñas olas que intentaban mojar sus pequeños pies.
Sofía corrió tras ella, y con todas sus fuerzas le gritó
,-" ¿Es qué acaso no me escuchas?...¡Paz!, a ti te hablo, a ti que te das el lujo de estar sentada aquí, construyendo castillos de arena, mientras miles de niños te anhelan en medio oriente. A ti, a ti que abandonaste a miles de mujeres cuando más te necesitaban, ¡tú que le diste la espalda a millones de judíos sin siquiera despedirte!. A ti te hablo, ¿Es qué acaso el sonido del mar te ha ensordecido?"-.
Pero la Paz,con su particular calma, se volteó y esbozó una sonrisa,
-"Don't you know it's gonna be...Alright?"-.
¿Cómo podía la Paz, estar tan tranquila luego de oír a Sofía? ¿O es que acaso Sofía no gritó lo suficientemente alto como para ser oída?
Sofía se tendió en la arena. Se sentía derrotada y confundida, ¿Cómo podía la Paz reaccionar así frente a ella?.Miró a su alrededor y se encontró con una sorpresa, el lugar donde se encontraban era sino un campo de concentración, rodeado de cercas eléctricas y custodiado de punta a punta por hombrecillos vestidos de azul.
-"¿Qué te han hecho Paz?"-.Sofía se sintió avergonzada, ¿Cómo había podido pensar que la Paz en realidad no se preocupaba por los pequeños desvalidos?.
Miró a su alrededor y se encontró con el amor nuevamente, -"¿A ti también te atraparon?"-, le preguntó asustada.El Amor la miró y le cogió de la mano. La llevó al lugar más alejado en todo el campo de concentración y apuntó la cerca, había una gran puerta de hierro y frente a ella, un pequeño desaliñado y un poco necio, al cabo de un rato Sofía lo reconoció, era el mismísimo odio, con su particular trajecito gris y su peinado alocado.
-" ¿Qué pretendes?...¿Qué buscas?".
El pequeño hombrecito la miró y le sonrió
,-" Nada, no busco nada. Yo no tengo la culpa de que tus queridos amigos estén aquí".-
Sofía estaba confundida, ¿Cómo podía el Odio decir tamaña mentira?.
El Odio insistió,-"¿Es qué acaso no te das cuenta?...Son tus pares los que tienen a la Paz y al resto de sus compañeros aquí.¿ Es qué acaso no eres capaz de quitarte la venda de los ojos? Los hombres y sus ideas, han construido poco a poco el lugar donde nos encontramos, con muros de sangre y lágrimas, y custodiado por sus propios miedos"-.
Sofía lo miró desconcertada, cogió de la mano al Amor y hecho a correr. Llegó tan lejos como sus pies de niña le permitieron y se detuvo. Abrazó al amor,y le susurró al oído-"
No me dejes nunca"-.
Decidió de una vez por todas asumir que todo esto no era más que un sueño, un dulce y confuso sueño, y en los brazos del Amor, exhausta luego de un día de sorpresas y desilusiones,se durmió.

Y al cabo de un rato...Sofía despertó, miró a su alrededor y se encontró con un mundo nuevo. Tomó la vida y la agitó muy fuertemente,-" te haré cambiar, aunque sea por las malas"-...

'...'- Yann Tiersen- La valse d' Amelie.

1 comentarios :

  1. Yobber Gut Vas dijo...

    Bella manera de contar las cosas. Justo en este momento estaba viendo BIG FISH de Tim Burton, donde se relata las historias de un padre a su hijo, contadas con mucha fantasía e imaginación, enredando la realidad con la magia. Las palabras tienen ese encanto y parece que sabes hacer magia, un gusto conocer tu espacio y espero regresar pronto.

    Saludos.